CATEDRAL DE SAL DE ZIPAQUIRA
Zipaquirá, Villa de la Sal, alberga en las profundidades de la tierra un depósito salino de aproximadamente de 1 kilómetro cuadrado, los pueblos indígenas fueron los primeros en descubrir la riqueza salina de la región y durante la colonia, la producción de las salinas de Zipaquirá fue fuente de desarrollo económico para el Virreinato.
Con la llegada de la industrialización y los peligros propios de la explotación de este mineral, los mineros, creyentes fervorosos, hicieron pequeños altares en el interior de la mina, venerando a la Santísima Virgen, bajo la advocación de “Nuestra señora del Rosario de Guasá”, en búsqueda de su protección. La fe de los mineros y la idea de convertir los grandes socavones en un templo, tuvo eco y fue acogida por el Banco de la República, quien para entonces administraba las salinas.
Siguenos en :